sábado, 21 de julio de 2012

No hay nunca un porqué para el recuerdo

Y después puff, precisamente como la nieve este recuerdo se deshace.No hay nunca un porqué para un recuerdo; llega de repente así, si pedir permiso.Y nunca sabes cuándo se marchará. Lo único que sabes es que lamentablemente volverá. Aunque por lo general son instantes. Y ahora sé como hacerlo.Basta con no detenerse demasiado.En cuanto llega el recuerdo, hay que alejarse rápidamente, hacerlo en seguida, sin miramientos, sin concesiones, sin enfocarlo, sin jugar con él.Sin hacerse daño. Así mucho mejor... Ahora ha pasado. La nieve se ha deshecho del todo.

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